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vdearaagon

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"Utilizar la historia, esa historia épica pero a su vez trágica, esa que desde hace unos 200 años ha dejado huella en el inconsciente colectivo de la ciudad y aprovecharla de una manera positiva. Han pasado unos 200 años pero ahora hay nuevos defensores de nuestra ciudad que se levantan con nuevas armas. Utilizamos el mito para hacer que el mismo siga viviendo, siga presente de una manera positiva aún después de 200 años. Hay héroes anónimos que trabajan cada día por su ciudad; esos héroes actuales que son los verdaderos héroes de Zaragoza, como lo fueron hace algo más de 200 años sus ciudadanos que se enfrentaron con valor ante la adversidad con el coraje y las ganas como sus armas. Y todo esto nos lleva a un final: el de poder reflexionar que ayer, ahora y siempre a Zaragoza la defiende su gente. HACIENDO HISTORIA AYER, AHORA Y SIEMPRE."

Sólo el recuerdo lúcido de lo que fuimos nos permite tener conciencia plena de la que somos y de lo que podemos llegar a ser. Sólo el reconocimiento de nuestra historia, con sus glorias y sus miserias, con los esfuerzos por abrirse camino, y los consiguientes fracasos y logros, nos permite valorar lo ya conseguido, y nos da luz para concebir el futuro y fuerzas para lanzar la flecha en pos del mismo. Esto lo han tenido siempre muy claro los Ejércitos de todo el mundo, y por ello han cuidado con amor la memoria de su pasado como pletórica despensa de ilusiones y esperanzas donde reponer fuerzas para seguir avanzando; por que no se olvide QUE LA HISTORIA ES UN RECUERDO DE LO QUE FUE, AL SERVICIO DE UNA ESPERANZA DE LO QUE PUEDE SER.

Recuerdos sagrados,
Memorias benditas,
Que arriba en el cielo
Dejaron escritas
La fe y el valor,
Tocad en la fibra
Del alma española
Que vibre anhelante,
Que sienta, que cante
Un himno de honor,
Niños, cantad,
Reine en España
Siempre la paz.
I
Desde la cresta altiva
Del blanco Pirineo
Gritó afilando el pico
El águila imperial;
“¿quién hay, que temerario,
Se oponga a mi deseo?…
España será mía,
O España morirá”
II
No esperes que mi patria
A quien el alma adora
De tu fortuna loca
Se rinda a la altivez.
¡gigante!… tu arrogancia,
Mil veces triunfadora,
Se estrellará en el pecho
Del pueblo aragonés.
III
¡Loor a los que fueron
En tanto gloriosa empresa
Asombro de los tiempos,
Del mundo admiración!
Que no se anuble nunca
En tierra aragonesa
La estrella de Agustina,
De Palafox el sol.
IV
Aquellos días tristes
De rabia y de pelea
Pasaron como pasan
Furioso el vendaval;
Sobre el azul sereno
La enseña blanca ondea;
Las horas son alegres,
Las auras son de paz.
V
Presemos generosos
Los brazos al trabajo,
Las frentes al estudio
Las almas a la fe;
Parece inaccesible
La gloria desde abajo;
Arriba los valientes,
Arriba hasta vencer.
VI
¡Oh España! Si algún día
Tirano audaz se alzara,
Queriendo entre sus brazos
Ahogar tu Libertad,
Jamás de Zaragoza
La sangre te fallara
Para lavar la ofensa,
Para tu honor vengar
Recuerdos sagrados
Memorias benditas,
Que arriba en el cielo
Dejaron escritas
La fe y el valor,
Tocad en la fibra
Del alma española
Que vibre anhelante,
Que sienta, que cante
Un himno de honor,
Niños, cantad,
Reine en España
Siempre la paz.

L	M	X	J	V	S	D
		1	2	3	4	5
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Haciendo historia ayer, ahora y siempre.

No se olvide que la historia es un recuerdo de lo que fue al servicio de una esperanza de lo que puede ser.

Partitura, del himno a Los Sitios, fechada en la inmortal ciudad de Zaragoza, el 4 de octubre de 1907.

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Haciendo historia ayer, ahora y siempre.

No se olvide que la historia es un recuerdo de lo que fue al servicio de una esperanza de lo que puede ser.

Partitura, del himno a Los Sitios, fechada en la inmortal ciudad de Zaragoza, el 4 de octubre de 1907.

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