Gracias Señor, gracias te doy porque me diste la gracia de ser de los primeros. Me diste por tu amor ser lo que soy, me diste la aristocracia de ser solamente un artillero. Bombardas, culebrinas, falconetes, morteros, obuses y cañones. ¡Qué importa si iluminan hasta los cielos enteros con sus bellas explosiones! Sin escudos al amparo mi corazón se embarga de los más bellos sones al oír los disparos, descarga tras descarga, de acerados cañones. Un fuerte, una muralla, parapeto, trinchera, un fortín, un abrigo todo el aire es batalla y explosión artillera en el campo enemigo. No importa vivo o muerto ser general, teniente, cabo apuntador o artificiero. Sólo importa, muy cierto, el oficio más bravo de ser solamente hijo de Santa Bárbara y artillero.
Cuanto más dura es la batalla, y cuanto más larga la guerra, entonces más dependiente es la infantería y el resto de los soldados …….de la artillería – Mariscal de Campo Montgomery.
Foto: propiedad ©Yessica al grupo de recreación histórica Artilleros de Aragón. http://artillerosdearagon.blogspot.com.es/ .
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